Soy Beatriz Herranz y me ocupo de los tratamientos de fisioterapia de Clínica Herranz. Este año cumplo 20 años como terapeuta de recuperación de salud y calidad de vida.
En estos años tanto la práctica clínica como la evidencia científica nos han demostrado que los pacientes que se benefician de un tratamiento multidisciplinar mejoran más y en menos tiempo. Es por eso que en Clínica Herranz hacemos un tratamiento con 4 esferas principales: fisioterapia, nutrición, mindfulness o atención plena y ejercicio físico.
Tres de estas cuatro esferas las impartimos nosotras en consulta y la cuarta, la práctica de ejercicio físico, la recomendamos en centros de referencia (como pueden ser Córpore o Dopilatesoviedo).
¿Por qué un paciente se recupera mejor de una lesión si hace una dieta específica, practica mindfulness y hace ejercicio físico?
Tener una alimentación adecuada, practicar mindfulness y realizar ejercicio físico estimula sistemas globales como el sistema circulatorio, el sistema linfático, el sistema nervioso… esto hace que nuestros sistemas principales (neuromotor, neurohormonal y neuroinmunológico) reciban los estímulos suficientes para reorganizar los ciclos biológicos y por lo tanto el paciente observe más calidad en el sueño, la excreción, el vigor sexual, el estado de ánimo, la digestión y la movilidad corporal.
Para que nuestros músculos, fascias, tendones, ligamentos, cartílagos, huesos… estén lo más flexibles y adaptables posible han de recibir nutrientes de calidad. Y sobre todo cuando han de recuperarse de alguna lesión (rotura de fibras, tendinitis, fractura ósea, proceso inflamatorio, cicatriz quirúrgica…)
Para que esos nutrientes lleguen a su destino el sistema circulatorio ha de ser capaz de llevarlos hasta su destino.
Para que en la sangre haya los nutrientes necesarios para cubrir las necesidades del organismo la función de absorción del sistema digestivo ha de funcionar correctamente.
Para que el intestino tenga una absorción óptima tiene que tener una microbiota correcta.
Para que esto ocurra la nutrición debe ser adecuada a las necesidades de la persona (teniendo en cuenta sus características físicas, sus actividades de la vida diaria, sus patologías si las hubiese…).
Nos gusta explicar a nuestros pacientes que la nutrición no solo depende de la comida. Es también la exposición a la luz solar, los hábitos alrededor de la ingesta, las técnicas culinarias que utilizamos… Por eso hay una parte muy importante de educación en nutrición que Clara Calvo, nuestra Nutricionista, va impartiendo a nuestros pacientes en sus sesiones.
A veces no es suficiente solo con la nutrición. El estrés nos juega malas pasadas y hace que nuestras hormonas cambien y se mantengan niveles poco interesantes, puesto que cambian nuestro equilibrio intestinal y hacen que la rueda descrita anteriormente funcione mal pudiendo provocarnos lesiones físicas a largo plazo. La práctica de Mindfulness, que imparte Olga García Moreno en nuestro centro, ayuda a nuestro cerebro a romper esos bucles que provoca el estrés, nos hace tener más capacidad de cambio y es una herramienta muy eficaz y fácil de hacer para mantener nuestra homeostasis.
La fisioterapia sirve para muchos casos: recuperación de una lesión del aparato musculoesquelético, mejorar el tránsito intestinal, recuperar la continencia urinaria o la defecación, aumentar las capacidades cognitivas, mejorar la sexualidad… Si la acompañamos de un buen plan nutricional, un aprendizaje de atención consciente o Mindfulness y la práctica de ejercicio físico sus beneficios se multiplican. Y lo mismo ocurre a la inversa:
Un buen plan nutricional para adelgazar, por ejemplo, funciona mejor si practicamos ejercicio, aprendemos a gestionar el estrés con la práctica de Mindfulness y hacemos un tratamiento fisioterápico a nivel visceral y circulatorio (tanto sanguíneo como linfático).
El aprendizaje de Mindfulness o atención consciente tendrá más éxito si a través de un plan nutricional conseguimos una desinformación general del cuerpo, si gracias a un tratamiento fisioterápico conseguimos que el cuerpo recupere capacidad de movimiento y propiocepción y si realizamos actividad física para ayudar así a modular nuestros ciclos.
Nuestra experiencia clínica es que si damos al cuerpo diferentes estímulos a través de la fisioterapia, la nutrición, la práctica de mindfulness y el ejercicio físico los pacientes mejoran antes de sus dolencias y recuperan más fácilmente calidad de vida.